En lo que pensamos, nos convertimos - Buddha

Articles

Latest articles and updates
Tamaño de fuente: +

Regresando a mi Esencia. Parte 1: Abrazando mi Vulnerabilidad

Vulnerabilidad


Hoy que tengo esta oportunidad, me gustaría compartir con ustedes –mis presentes y futuras lectoras y amigas- este viaje tan íntimo y personal.

A mis cuarenta y siete años, en el medio de una pandemia, estoy encontrando el valor para hacerme la promesa más importante de mi vida. La promesa de nunca más silenciar mis emociones y darles finalmente el respeto que merecen.

La vulnerabilidad y yo nunca hemos sido mejores amigas. El hecho de mostrarla no está en mi naturaleza. Diría que, en realidad, mi estrategia es ignorarla constantemente, dejándola divagar dentro de mi propio mar de emociones. En mi mente, ese es supuestamente el comportamiento normal, así es como crecí. Aprendí que hay que pensar siempre en positivo, lo que significaba pretender q todo estaba bien y negando mis propios sentimientos. A ser fuerte, pese a que esa fortaleza significaba enterrar lo que sentía. A que debo echar para adelante porque “eventualmente” todo se arreglará. Que equivocada estaba.

Hoy frente a un dolor inmenso, no puedo utilizar más esta estrategia. No funciona. Es como tener un torbellino de emociones que me dejan casi sin aliento. Frágil. Paralizada. No me reconozco y eso me asusta. No tengo idea de cómo lidiar con todo esto. Tan solo sé que no puedo parar de llorar. No puedo dejar de pensar y de preguntarme por qué las personas-que supuestamente nos quieren más que nadie en este mundo-son las que a veces nos pueden lastimar más.

¿Alguna vez se han preguntado, por qué hay historias que se repiten una y otra vez? ¿Por qué escogemos aceptar actitudes y patrones que son totalmente tóxicos para nosotros? ¿Por qué seguimos con la esperanza de que eventualmente los demás cambiarán? Es difícil determinar la razón por la cual decidimos no ver o aceptar la realidad. Preferimos seguir dando todo de nosotros mismos, pretendiendo, conformándonos con cualquier migaja que podamos recibir a cambio. ¿Suena familiar?

Aún no encuentro la respuesta para esto. Quizás sea nuestra naturaleza; o que nos aferramos a creer en el corazón de las personas. Quizás tenemos la esperanza, o la idea, de un final feliz.
Tal vez, existe la posibilidad de que hay algo que nos resistimos a aprender. Una resistencia inconsciente- o consciente- a enfrentar una situación que nos aflige porque nos da miedo el resultado, nos enfrenta a la posibilidad de una pérdida. O nos resistimos a enfrentarla porque nos parece simplemente inconcebible.

En nuestra vida, muchas cosas nos pueden marcar profunda e inevitablemente. La familia, la forma como nos educaron, los amigos, las vivencias, los prejuicios, los fracasos, etc. Miles de cosas que nos impactan de diferentes formas en el alma, en quiénes somos, o en quiénes nos convertimos. En mi caso, consecuencias de esta pandemia. Aparte de todo lo que ya sabemos que trae consigo, para mi...ha traído de regreso esa historia repetida, esa lección aun no aprendida.

Sé que el camino no será tan fácil; que será una prueba de coraje. Aun no sé si esto me asusta o me inspira. Lo que si sé y siento es algo que me dice que es ahora o nunca. Sé que no estoy sola en esto. Que si existe una luz al final del túnel y que puedo lograrlo. Que tengo derecho a ser feliz y encontrarme nuevamente a mí misma.

Es hora de estar dispuesta a tener la verdadera fortaleza. Fortaleza para enfrentar mis miedos y darle permiso a mi vulnerabilidad. Con la convicción que ésta, al contrario de hacerme débil, me hace aún más fuerte. Aprender y reinventar el concepto de pensar en positivo. Dirigiendo mis pensamientos positivos hacia mí. A creer en mi increíble capacidad de crecer, de mejorar. Sabiendo que si puedo y merezco cambiar.

Finalmente, estoy infinitamente agradecida porque las tengo a mi lado. Ustedes, mujeres maravillosas, valientes, frágiles, imperfectamente perfectas. Mujeres que se dan la mano para
brillar, para alentar y también para llorar. Mujeres que tal vez -como yo- aún no han aprendido la lección; pero que están dispuestas a tomar las riendas de su vida y de no silenciar más sus emociones.


Gracias por compartir mi camino.
Nos vemos en el siguiente capítulo.

P.S. Compártelo con alguien que pienses que pueda necesitarlo y no dudes en dejarme tus comentarios, estaré feliz de leerlos.
Cómo preparar tu propio desinfectante de manos
Delicioso Salmón, Grandes Beneficios!
 

Comentarios 2

Guest - veronica neuenschwander activado Viernes, 26 Junio 2020 15:29

Muy cierto!!! o abrazamos nuestra vulnerabilidad o nos hundimos con ella... muchas gracias por compartir tu experiencia!

Muy cierto!!! o abrazamos nuestra vulnerabilidad o nos hundimos con ella... muchas gracias por compartir tu experiencia!
KayKay activado Martes, 30 Junio 2020 17:25

Gracias por tu tiempo y por acompañarme en este viaje!

Gracias por tu tiempo y por acompañarme en este viaje!
Already Registered? Login Here
Guest
Viernes, 02 Mayo 2025

Imagen Captcha